Ir al contenido principal

Entradas

Dinámica... el movimiento y el ser.

"Desagravio de las Cenizas" se compuso con trabajos escritos en un periodo de quince años.  Hay una serie de temas que forman parte de la visión de un escritor; que suelen volver constantemente. "Dinámica" es un poema que formó parte de la colección titulada "Tratado de las Cosas", que escribí entre los años 2018 y 2019 y que, finalmente, vino a formar parte de este libro.  ¿Qué es lo que piensas sobre el tiempo y el ser? Roberto Jáuregui Desagravio de las Cenizas. Ebook en Amazon.

Asincronía de invierno

Sorprendida, tomó el sobre y lo supo.  Hace años, se encontraban en hoteles oscuros. Algunas tardes iban por helados y café; y noches hubo cuando reposaron sobre algún poema de Huidobro. A veces, ella leía el Principito mientras él la abrazaba. Luego, él le hablaba de cómo Tolstói explicaba el sentido de la historia.  Se propusieron amarse en todos los lugares donde habían sufrido; aquel hotel donde habitó la soledad del abismo; aquella oficina donde la noche fue más oscura; aquella playa de arena tristísima. Pronto exploraron nuevos espacios; una camilla, un escritorio, una alfombra. El deseo era tierno; la ternura les quemaba. Él decía que sus ojos contenían la noche y la mañana, y que su razones y cabellos eran libres y rizados. Ella amaba su voz, y la forma de sus hombros.  - «No me escribas hasta que yo te diga.» - Le dijo ella antes de partir, y luego escribió versos por años; hasta que sintió que era tiempo de romper la frágil estructura del silencio. Esperaría solo un poco más;

La sangre y el whisky

El sonido de las noticias en la televisión se mezclaba con el de la licuadora; los batidos saludables son tan angustiantemente ruidosos. Bob pasa la mano por la cara sin afeitar. Sus ojeras hablan de una noche llena de sobresaltos; vacía de verdadero descanso; una lluvia puede ser tortuosa cuando sus gotas resaltan el hastío por todas las cosas.  Alguna vez, Bob había sentido devoción por las cosas que crecen; había amado las montañas y la visión del mar. En su juventud solía pensar que las aves marinas anunciaban que la tarde estaba por cerrar.  Había amado y sentido el mundo como si fuera plano y sin extremos. Experimentó también la pasión y su sed destructiva y voraz. Buscó y defendió la verdad con fervor; mientras iba descubriendo que las verdades eran efímeras, a su debido tiempo todo principio era sumergido en la paradoja claridad de lo falso.   Cansado de abogar por causas inevitablemente perdidas, ahora sentía un hastío universal. Una amargura permanente le privaba del sueño. E

Ken Follet y Los Pilares de la Tierra

Los Pilares de la Tierra de Ken Follet tiene ciertas virtudes y defectos que hacen de esta novela una obra televisable. El autor es un especialista en Thrillers amante del proceso de construcción de las catedrales medievales y que comenzó a escribir el libro por 1976 y concluyó finalmente en marzo de 1989. Una novela histórica escrita por un especialista en thrillers prometería ser una experiencia satisfactoria. Sin embargo, podría no serlo del todo. Veamos: La historia presenta una simetría muy interesante en el planteamiento y desenlace. Inicia con el ahorcamiento de un inocente y concluye con el ahorcamiento de un culpable. Inicia con una maldición pagana y termina con la humillación de un rey ante la iglesia. En el camino Follet se las arregla para anclar su novela con un hecho histórico, el asesinato de Tomás Becket y en el proceso, va dejando detalles de la vida y costumbres en la edad media. La historia está salpicada de una serie de aventuras y problemas que van siendo resuelt

El Sueño del Sueño

El canal de las noticias le sacó de aquel mal sueño. La cuarentena, las responsabilidades y un incompleto rompecabezas de Monet estaban acabándolo. Era la tercera mala noche consecutiva.    En su sueño, Missouri demandaba a China por  los daños del COVID-19; luego China demandaba a USA por la crisis financiera; México, a España, por la conquista; España a Arabia Saudita, por la batalla de Guadalete; los palestinos al Vaticano, por las cruzadas; Italia, a Alemania por... entonces despertó con la rabiosa vergüenza que da la estupidez ajena. Miró el reloj, calculó sus movimientos; medio dormido, creyó escuchar a Trump diciendo:   _ «... supongamos que introduces luz dentro del cuerpo, o una inyección con desinfectante, suena interesante para mí.» Se pellizcó.  - «¿Sigo soñando o la realidad es absurda?»  Inyectarse desinfectante había sido probado con éxito por los suicidas, pero como política de salud, era toda una ocurrencia.  -«Tal vez, es un sueño dentro de otro sueño.» Entonces sint

6174

«Nacemos olvidados.» - pensaba. - «San Agustín lo sabía; Romanos enseña la predestinación; además, están las matemáticas; si restas el mayor y menor número posible con las cuatro mismas cifras, por ejemplo:

La cuenta

- «¡Que se vayan a la mismísima mierda!» - gritó. Su exactitud superlativa se debía a la no menos superlativa frustración que venía padeciendo; ¡una hora tratando de pagar una cuenta de $2.00, por peajes! Un mes atrás, ganó diez minutos usando una autopista privada; ahora, los devolvía con creces.  Primero, una página llena de links irrelevantes y un gran anuncio de los mejores tacos mexicanos; luego, una aplicación que le pidió una contraseña con letras mayúsculas, minúsculas, caracteres especiales y un par de dígitos; y además, su color favorito. Luego un sentido “¡puta madre!” anunciando que la aplicación no tenía ninguna utilidad. Una hora y varios carajos después el pago estaba hecho.  ¿Valió la pena?  Recordó el mundo hace un mes; había llegado diez minutos más temprano ese día, los cafés llenos de gente, la vida. Le había tomado una hora de su cuarentena tratando pagar esos condenados dos dólares. Percibió, que durante esa hora no había pensado en la tristeza, ni en sus padres l