El canal de las noticias le sacó de aquel mal sueño. La cuarentena, las responsabilidades y un incompleto rompecabezas de Monet estaban acabándolo. Era la tercera mala noche consecutiva.
En su sueño, Missouri demandaba a China por los daños del COVID-19; luego China demandaba a USA por la crisis financiera; México, a España, por la conquista; España a Arabia Saudita, por la batalla de Guadalete; los palestinos al Vaticano, por las cruzadas; Italia, a Alemania por... entonces despertó con la rabiosa vergüenza que da la estupidez ajena. Miró el reloj, calculó sus movimientos; medio dormido, creyó escuchar a Trump diciendo:
_ «... supongamos que introduces luz dentro del cuerpo, o una inyección con desinfectante, suena interesante para mí.»
Se pellizcó.
- «¿Sigo soñando o la realidad es absurda?»
Inyectarse desinfectante había sido probado con éxito por los suicidas, pero como política de salud, era toda una ocurrencia.
-«Tal vez, es un sueño dentro de otro sueño.»
Entonces sintió el abismo; era un pensamiento; más precisamente, una pregunta, como una sombra o una luz que reconfiguraba para siempre su mente:
-«¿Y si este universo fuera solamente la pesadilla que alguién más está soñando?»
Roberto Pável Jáuregui Zavaleta
De: Historias del Encierro
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