Ir al contenido principal

La libertad como atributo abstracto


La libertad es una cuestión fundamental. No solo de los estudiantes de filosofía o de Derecho. El niño que sueña con ser adulto; el joven que desea terminar una carrera; el hombre que aguarda el tiempo de su jubilación y, tal es la paradoja, incluso el hombre mayor que sueña con ser otra vez niño; todos ellos tienen el color del anhelo de la libertad en sus pensamientos. 

Se puede estar de acuerdo con el párrafo anterior, en tanto que es una realidad de la que hemos sido testigos o quizá protagonistas. Cada quien ha tenido su propio sueño de libertad atado a un momento futuro; alguna vez alguien ha pensado "si apruebo ese examen"; "si consigo ese trabajo" o "si acaso me voy lejos de todo". 


Tales pensamientos suponen un reconocimiento implícito: la ausencia de libertad. Todas las proyecciones futuras de libertad solamente serían posibles en tanto que alguien se perciba prisionero. Un preso cuenta los días que faltan para salir de la celda, del mismo modo que las personas cuentan los días que faltan para que aquel momento futuro haga verdad la esperada libertad. 

Sin embargo, hay algo de tragedia en la existencia. Los momentos y las circunstancias se suceden: la juventud, el llegar a ser adulto, el primero trabajo, el segundo trabajo, la jubilación, el deseo de ser niño otra vez sin que se produzca tal libertad. 

De la aspiración de ser libre al fracaso de la experiencia de la libertad, la vida parece ser una tragedia irremediable. 

Jeal-Paul Sartré dijo: "El hombre no puede ser ora libre, ora esclavo: es eternamente y siempre libre, o no lo es"

La frase tiene un peso abrumador. La libertad sería un atributo esencial del ser humano, no importa lo que jurídicamente se diga del hombre; no importa la circunstancia temporal en la que se encuentre. Podría haber sido vendido como esclavo y obligado a llevar una vida donde su voluntad no tiene posibilidad de realización y sin embargo seguir siendo libre. La libertad, según la cita, es naturaleza y no un artificio. Es algo que se es y no algo que "se tiene". 

Si la libertad es un atributo esencial del ser humano, puede decirse finalmente que el hombre es libertad. En la base misma de su conciencia incondicionada, antes de la reflexión misma, antes del momento cartesiano, el hombre es espontáneamente consciente y puede dar contenido a su existencia. 

Sin embargo, en la vida real el hombre está sujeto a limitaciones, es susceptible de una serie de circunstancias que pueden afectar la realización de su voluntad; podría ser reducido a la esclavitud. La libertad concreta entonces es algo que debe ser conseguida, no es la libertad esencial del ser humano, es una especie de reflejo posible únicamente porque existe la libertad abstracta previa. 

Únicamente en la abstracción de la libertad "teórica", en la esfera de la conciencia se es libre y es la única libertad que el hombre podría tener plenamente. 

Pero...


¿La proposición de una libertad abstracta es verdadera?
¿La proposición es moralmente suficiente?
¿La proposición es teóricamente necesaria?


Roberto Pável









Comentarios

Entradas populares de este blog

Farewell. Pablo Neruda. Sutitulado

Preparé esto para mis estudiantes de español. Estuvimos trabajando con un poema de Pablo Neruda. 

Canción del Caminante. Roberto Jáuregui

Canción del Caminante. Canto IV. Roberto Jáuregui