Ir al contenido principal

Frost: la vida como elección



Escribe William H. Pritchard (1) sobre la biografía de Frost que las decisiones temerarias en su vida podrían estar conectadas con su poesía. En "The Trial by Existence", publicado seis años antes de su viaje a Inglaterra, propone que la esencia de la vida consiste en escoger en grande y luego obtener nada sino aquello que de alguna manera se ha escogido. En "The sound of Trees"  habla acerca de estar listo para partir hacia alguna parte tomando una decisión temeraria:

"...Voy a partir hacia algún lugar,
voy a tomar esa audaz decisión,
el día en que los árboles se manifiesten
y sus voces asusten
a las blancas nubes que sobre ellos pasan.
Tendré, entonces, menos qué decir,
pero ese día habré partido."

Dejar EE. UU. para ir a Inglaterra no fue la única decisión audaz en la vida de Frost y es inevitable hacer la conexión con la propia vida ¿No hemos hecho acaso decisiones audaces en algún momento? ¿No es verdad que solamente cuando hemos sentido el vértigo del cambio más radical es que hemos experimentado la emoción de la existencia misma?

"...Y la esencia de la vida,
pese a nuestras muchas decisiones, carecer
del claro recuerdo duradero,
de que la existencia nos depara
sólo lo que de algún modo escogimos;
y así nos vemos despojados de orgullo
en este sufrimiento con un único final,
y lo soportamos abatidos y desconcertados."

(Robert Frost, "El juicio por la existencia")


Roberto Pável


(1) Pritchard, William. "Frost: a literary life reoconsidered". Oxford University Press. New York. 1984. pág. 5

Comentarios

Entradas populares de este blog

Farewell. Pablo Neruda. Sutitulado

Preparé esto para mis estudiantes de español. Estuvimos trabajando con un poema de Pablo Neruda. 

Naturaleza y fin de las burbujas

Los seres humanos creamos nuestra burbuja. Todos sin excepciones construimos el mundo en el que vivimos. Algunas personas, esta mañana encendieron el televisor y lo dejaron sonar mientras preparaban el café, para informarse o para sentir compañía, o simplemente para dejar entrar la ciudad, ese mar incontenible de rutinas, de esperanzas truncas, y de sed insaciable, que detestamos y que nos proporciona un motivo para vivir y matar.  Otros, revisarán sus teléfonos para ver cómo va el plan de dominación mundial de Bill Gates; otros respirarán un día gris que pesa como yunque de hielo; mientras que el mismo día tendrá un tono gris hermoso para los amantes que se besan al descubrirse desnudos y juntos a las seis de la mañana.  En fin, la vieja metáfora del vaso medio lleno o medio vacío; de la tierra plana o esférica; del virus real o imaginario. La misma dualidad de valor, por absurda simplificación (la vida no se reduce a dos valores opuestos) se puede aplicar a la libertad. Para...

Staten Island Personal, ¿pre-reseña?

Finalmente, he podido encontrar un poco de tiempo para dedicarme a ciertos placenteros pendientes. Tengo algunos libros que me traje del Perú, en mi último viaje, a los que quería dedicar algunas líneas. Espero que mi primera reseña sea publicada en febrero próximo. Por aquí solamente haré una pequeña introducción. Conocí a Rocío, en términos de la era de la internet, a través de las redes. Compatriota, escritora y residente de esa épica mezcla de concreto y culturas que conocemos como Nueva York, vive la literatura con pasión. Tuve la suerte de coincidir con ella en Lima, y pasamos un grato momento intercambiando nuestras experiencias.  Sobre Staten Island Personal, por ahora solamente diré que lo percibí como una tarde reposada, sentado junto a un café, mientras los recuerdos se suceden a la vista del mar.  Roberto Jáuregui.